La certificación Nordic Swan se basa en criterios que abarcan todo el ciclo de vida del producto, desde la selección de las materias primas hasta su eliminación. Su objetivo es garantizar que el producto sea responsable con el medio ambiente, considerando el proceso de producción, el uso del producto y la gestión de residuos.
La certificación Nordic Swan establece criterios precisos y estrictos sobre los componentes de los pañales y lo que se puede añadir durante el proceso de producción. Los productos con esta certificación no deben contener sustancias nocivas para la salud del consumidor o el medio ambiente. Además, los materiales utilizados en los pañales deben producirse con un mínimo de emisiones y sin dañar el medio ambiente. Los productos etiquetados con el Nordic Swan no deben contener sustancias químicas innecesarias, como cremas o perfumes.
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